Estrellas y leyendas

El 10 de agosto siempre ha estado marcado en mi calendario, era el cumpleaños de nuestro padre y una de las épocas del año en las que se pueden ver más estrellas fugaces. Ambos sucesos estaban marcados por el santo cuya onomástica se celebra ese día: San Lorenzo. Nuestro padre se llamaba Jesús Lorenzo, aunque nosotros siempre le llamamos “Aita”, y a lasan_lorenzo lluvia de estrellas la llaman “Lágrimas de San Lorenzo”, en honor a las lágrimas que vertió el santo mientras lo asaban en una parrilla, aunque en el mundo “científico” son más conocidas como Perseidas. Del primero heredé valores como la sinceridad, la integridad, el trabajo o la empatía, algunos bastante en desuso hoy en día, y de las segundas la curiosidad y el interés de aprender el lenguaje de las estrellas.

Muchas veces me he escapado a alguna cima cercana con la intención de pasar la noche en ella, disfrutar del baile de estrellas fugaces hasta caer rendido dentro del saco y dejar que las Perseidas mezan mi sueño hasta la llegada del nuevo día. Lo cierto es que cada vez me iba resultando más difícil encontrar un espacio lo suficientemente “virgen” y libre de contaminación lumínica como para disfrutar del espectáculo en toda su dimensión. Así que recurrí a los chicos y chicas de la Nasa y a su estupenda colección de fotografías nocturnas de la tierra sacadas desde el espacio, para buscar el lugar cercano menos iluminado. Me llamó la atención un enorme espacio vacío con un solo minúsculo punto iluminado en su centro. Aquel desierto lumínico resultó estar a caballo entre las provincias de Palencia y Burgos, y hacia allí me fui a buscar mi nuevo punto de observación. Después de unas cuantas probaturas e investigaciones elegí el Somoro para tal efecto y para allá me fui con mi saco y mi frontal para disfrutar de las siguientes lágrimas.

Y allí estaba yo, junto al pequeño cairn que marcaba su punto más elevado, rodeado de una oscuridad que se veía rasgada con cierta frecuencia gracias a las estrellas fugaces que la cruzaban. En aquellos momentos en los que se tomaban un respiro, mi atención se fijaba en una extensa y espectacular franja perseidas 2015_0blanquecina de apariencia nubosa que cruzaba el cielo de noreste a suroeste. Hace ahora 400 años que Galileo Galilei descubrió que la Vía Láctea no es más que un conglomerado impresionante de estrellas, al que pertenece nuestro sistema solar, poniendo realidad científica en donde antes sólo había fantasías y especulaciones. Fantasías y especulaciones, que ligaban a la Vía Láctea con un camino que discurría bajo los pies del Somoro y que ha llevado a lo largo de los siglos a gentes de todo tipo a atravesar media Europa, en búsqueda del sol y el final de la tierra, Finisterre, a unos, y la tumba del Apóstol Santiago a otros… El Camino de Santiago.

Interesado en averiguar la relación entre los dos caminos, dirigí mis pasos hacia el vecino Monasterio de San Juan de Ortega, uno de los lugares más emblemáticos del recorrido. El santo burgalés Juan de Ortega (1080-1163) fue discípulo de Santo Domingo de la Calzada y en el interior de la iglesia hay un capitel románico que recibe la luz que se cuela por una ventana ojival únicamente los días de equinoccio. Allí averigüé que la consigna del peregrinaje se concreta precisamente en el capítulo I del Libro IV del Códice Calixtino, donde se narra la visión del emperador Carlomagno (742-814): «Y en seguida vio en el cielo un camino de estrellas que empezaba en el mar de Frisia y, extendiéndose entre Alemania e Italia, entre Galia y Aquitania, pasaba directamente por Gascuña, Vasconia, Navarra y España hasta Galicia, en donde entonces se ocultaba, desconocido, el cuerpo de Santiago».

Sea cual sea nuestro acercamiento al firmamento, científico o legendario, los astros están desde siempre vinculados al ser humano. No olvidemos que la palabra «desastre» significa «sin ayuda de los astros», expresión que, entre otras interpretaciones, representa la adversidad que puede suponer para un viajero el no poder orientarse en su camino si no ve las estrellas.

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13 respuestas a Estrellas y leyendas

  1. vespersolutions dijo:

    No tenía ni idea de que desastre tenía esa interpretación. Me ha encantado saberlo. Eskerrik asko,
    Ane

  2. Bakio dijo:

    Kaixo Ane:
    Muchas gracias por tu visita y por tu comentario.
    Lo cierto es que estamos acostumbramos a usar muchas palabras cuyo significado «inmediato» conocemos bien pero ignoramos totalmente su origen y su sentido más primigenio. Origen y sentido que nacieron en otros tiempos, otras culturas y otras gentes… tiempos, culturas y gentes que se han ido diluyendo y desdibujando con el paso del reloj. Otra palabra similar, que a mí me gusta especialmente, es la palabra «amable». Según la RAE y el significado que más habitualmente le atribuimos: «Afable, complaciente, afectuoso» aunque también, y un tanto más desconocida y desdibujada: «Digno de ser amado». Y según esta última… no se me ocurre mejor y más redondo piropo con el que nos regalen los que nos rodean.
    Espero que los astros os sean favorables, guíen vuestros pasos y nos os abandonen en medio de muchos «desastres»
    :***

  3. Precioso Gorka!
    Te deseo un 2016 estrellado 😉
    Un abrazo y feliz año.
    Oscar Garro

    • Bakio dijo:

      Kaixo Oscar:
      También os deseo un 2016 con pocos «desastres», muchas personas «amables» y un buen «Kamal» que os permita encontrar en las estrellas el camino de vuelta a casa.
      :-))
      PD: Las dos últimos post los escribí como colaboración en una nueva edición de la guía sobre los montes de Burgos que en breve aparecerá editada, de la mano de SUA, y de puño y letra de Txomin Uriarte.

  4. Hola muy buen post, te invito a visitar mi blog maravillarte con la diversidad cultural y natural que ofrece México. Saludos 🙂

  5. Patron Txiki dijo:

    Kaixo Gorka!
    Un placer leerte como siempre, incluso esta vez voy a dejar un comentario, un poco atrevido por mi parte después de tan hermosa entrada…
    Una, entre tantas, de tus mejores cualidades es tu enorme capacidad para materializar en hechos (que luego se suelen desmaterializar para convertirse en relatos e historias para el deleite y aprendizaje de los que te escuchamos atentamente) las grandes ideas, los grandes conceptos que tan fácilmente se pronuncian pero que tan difícilmente se ponen en práctica.
    Uno de los que me ha venido a la cabeza cuando leía la entrada, es glocal. Lo siento, no quería ofender 🙂
    Este neologismo puede que no suene muy bien, por abusado, mal utilizado…por engrendo lingüistico, yo que sé.
    Pero la idea de pensar en global y actuar en local siempre me ha parecido muy atractiva, probablemente porque es lo que llevamos haciendo mucho tiempo …iba a decir mucha gente, pero me corrijo, alguna gente. Me considero de dicho grupo y desde luego te considero de dicho grupo.
    Porque para mí, este post rezuma «glocalidad» pero de la buena, la que consigue enlazar las grandes cuestiones de la vida, las cosas de verdad importantes.
    Eres capaz de enlazar a tu aita y a las perseidas. Partes de lo más entrañable y cercano y nos llevas a lo más frio y lejano, y podemos ver en ambos puntos una estrecha relación: las guias que nos marcan el camino, las luces rutilantes que nos iluminan en la oscuridad.
    Eres capaz de perderte/encontrarte en una montaña burgalesa y disfrutar, así, desde la oscuridad con tu pequeño frontal, de las luces que nos regala el Universo. Buscas la oscuridad para encontrar la luminosidad.
    Eres capaz de consultar a la NASA para llegar a ese punto de observación y seguir hasta un monasterio de la Edad Media. El conocimiento y la tecnología de tiempos tan distantes siguen sirviéndonos en el aprendizaje, en el viaje.
    Eres capaz de preguntarte cómo se llega a ligar el Camino de Santiago y la Vía Láctea y ni corto ni perezoso lo averiguas, visitando los lugares que te dan las claves, caminando…

    Son varios los viajes que nos planteas en esta entrada y parten de lo más cercano e íntimo y nos llevan a lo más universal, de lo local a lo global. Eskerrik asko. Por ser como eres, por compartirlo con todos y por estar ahí. Ah. Y perdona lo de glocal, ha sido con cariño. 🙂

    Finalmente, y por seguir con el tema de la contaminación lumínica te paso estos enlaces, por si quieres presentar la candidatura de Gamiz 🙂

    http://fundacionstarlight.org/parques-estelares-estelarios-y-parajes/

    y otro enlace por si quieres ver de nuevo las perseidas pero en un entorno diferente:

    http://irunadeoca.eu/jardin-botanico-santa-catalina/el-jardin-botanico-de-santa-catalina-primer-parque-estelar-starlight/

    Musuek!!

    • Bakio dijo:

      Hola mi querida PatronTxiki:

      He releído tu comentario varias veces… comentario más propio de un post, con toda la barba, que de un simple comentario.

      He releído tu comentario varias veces… y en varios momentos mi visión se ha enturbiado y emborronado mientras mis ojos se humedecían y alguna que otra lágrima muda se escapaba dejando su rastro salado hasta que llega a la comisura de los labios.

      He releído tu comentario varias veces… mientras buscaba la forma de armar una respuesta que diera merecida réplica al mismo… pero solo me salía un lacónico, gutural y primitivo… JOPE!!!!

      He releído tu comentario varias veces… y solo puedo agradecerte tu visita y tu comentario… pero sobre todo… tu generosidad, tu amistad, tu cariño y tu apoyo durante todos estos años… un lujo, un privilegio y una inmensa suerte. Maite zaitut.
      :-**

  6. Patron Txiki dijo:

    Baita nik ere!

  7. aitoRR dijo:

    Urte berri on!! Empezamos fuerte el año. Un lujo leerte como siempre.

  8. rockandbit dijo:

    Precioso post Gorka!
    Un abrazo!

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